Cuando se trata de ejercicio, se nos anima a “sentir el ardor”. Sin embargo, cuando se trata de nuestra piel, no ocurre lo mismo.
Las quemaduras solares causan daños irreversibles por los nocivos rayos UVA y UVB. Y el verano tampoco es el único momento para proteger la piel. Aunque los rayos son más intensos durante los meses más cálidos, nuestra piel es vulnerable durante todo el año, incluso mientras manejamos un automóvil.
Los rayos UVA penetran profundamente en la capa más gruesa de la piel, conocida como epidermis, y son los principales culpables del envejecimiento. Los rayos UVB queman la superficie de la piel y son responsables de causar daños inmediatos, como erupciones, quemaduras solares y, posteriormente, cáncer de piel, que es la forma más común de la enfermedad en todo el mundo.
En Estados Unidos aproximadamente 9,500 personas son diagnosticadas con cáncer de piel todos los días. De hecho, a la edad de 70 años, uno de cada cinco estadounidenses desarrollará cáncer de piel.
Tipos de cáncer de piel
Hay tres tipos principales de cáncer de piel: carcinoma de células basales (BCC), carcinoma de células escamosas (SCC) y melanoma. Aunque el melanoma es la forma más mortal de cáncer de piel, cuando se detecta temprano, la tasa de supervivencia es de casi el 99 por ciento. Aún así, se estima que 7,100 personas murieron de melanoma en 2021 según la Sociedad Americana contra el Cáncer.
El cáncer de piel puede afectar a cualquiera, especialmente a aquellos que han tenido una exposición prolongada al sol o se han bronceado en interiores. Los factores de riesgo adicionales incluyen:
- Lunares: personas con muchos lunares o lunares inusuales y atípicos.
- Piel y ojos claros: cualquier persona de tez blanca, cabello rubio o pelirrojo, ojos azules y pecas tiene un mayor riesgo de desarrollar melanoma.
- Antecedentes familiares: si a un pariente cercano se le diagnostica cáncer de piel, su riesgo es de dos a tres veces mayor que el promedio.
- Melanoma familiar: aunque es raro, las mutaciones genéticas pueden transmitirse de generación en generación.
- Cánceres de piel previos: los cánceres anteriores lo ponen en riesgo de recurrencia.
Conocer sus riesgos y ver a un dermatólogo una vez al año para un examen de piel de cuerpo completo es su mejor defensa para evitar cualquier forma de cáncer de piel.
El alfabeto del cuidado de la piel
Los dermatólogos y los médicos recomiendan evaluar los lunares utilizando ABCDE. Observe cada lunar analizando lo siguiente:
- Asimetría (la mitad del lunar no coincide con la otra)
- Bordes irregulares
- Color que no es uniforme y a menudo oscuro
- Diámetro superior a 6 mm (aproximadamente del tamaño de un borrador de lápiz)
- Evolución en tamaño, forma o color
Utilice estas letras como guía para examinar los lunares que parezcan sospechosos.
La protección es la clave
Muchas personas siguen confundidas acerca de cuánto o con qué frecuencia aplicar protector solar. Utilice estos consejos para protegerse del sol durante todo el año:
- Aplique un protector solar que sea resistente al agua y de amplio espectro (lo que significa que protege la piel de los rayos UVA y UVB).
- Use la cantidad correcta, que es aproximadamente una onza para su cuerpo y una cucharadita adicional para su cara y cuello.
- Elija un FPS de 30 y cubra todo el cuerpo, incluida la parte superior de las orejas, el cuero cabelludo y los pies, así como la parte posterior del cuello, la nariz y los labios.
- Vuelva a aplicar cada 90 minutos cuando esté sudando, nadando o realizando alguna otra actividad.
- Evite las horas pico de sol entre las 10 a.m. y las 2 p.m.
- Evite las camas de bronceado.