El hígado realiza más de 500 funciones diferentes en el cuerpo. La más importante es filtrar las impurezas de la sangre. El hígado funciona mejor si está delgado, por lo que es mejor mantener un peso saludable. El exceso de grasa en el hígado provoca la enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA). La mayoría de los pacientes con HGNA pueden mejorar su salud con ejercicio y una dieta saludable.
Si no se trata, puede convertirse en una enfermedad muy grave llamada esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), que puede causar cáncer de hígado y conducir a la necesidad de un trasplante de hígado.
Llevar una dieta mediterránea sirve para tener un hígado sano, pues ayuda a reducir la grasa en el hígado. La dieta mediterránea es la mejor para prevenir y tratar el HGNA.
Suscríbase gratis al boletín de HealthBeat para recibir las últimas noticias de salud directamente en su bandeja de entrada.
¡Gracias por suscribirse!
Ahora puede seleccionar los boletines específicos que le gustaría recibir.
Usted ya está suscrito.
Suscríbase a más boletines en nuestro centro de preferencias de correo electrónico.
Disculpe, ocurrió un error. Por favor, inténtelo de nuevo más tarde.
O puede probar nuestro centro de preferencias de correo electrónico.
¿Qué es la dieta mediterránea?
La dieta mediterránea se basa en lo que comía la gente durante la década de 1960 en Grecia e Italia. Esas personas vivían más tiempo que la mayoría de los habitantes del mundo. También tenían los porcentajes más bajos de problemas crónicos, como cáncer y enfermedades cardiacas, y de problemas de salud relacionados con la alimentación.
La dieta mediterránea se compone principalmente de alimentos de origen vegetal, como cereales integrales, judías, verduras, frutas, semillas y aceite de oliva. También incluye cantidades modestas de pescado, aves de corral, huevos, ciertos quesos y yogurt. Rara vez se come carne roja.
Los alimentos que excepcionalmente aparecen en la dieta mediterránea —si es que llegan a aparecer— son carnes frías, hot dogs, salchichas, galletas, pasteles, brownies, helados, postres y bebidas azucaradas. Las personas que siguen la dieta mediterránea tampoco consumen grasas trans procesadas, como margarina, aceites refinados (soja, semillas de algodón y canola) ni alimentos procesados que contengan estos aceites. Su principal fuente de grasa proviene del aceite de oliva.
Tipos de alimentos que debe incluir al cocinar
Cuando cocine, elija alimentos vegetales no procesados en su forma natural. Por ejemplo, manzanas. Comer una manzana fresca es lo mejor. Comer puré de manzana con azúcar u otros aditivos —o una tarta de manzana empaquetada y comprada en la tienda— no está en el espíritu de la dieta mediterránea. La crema o mantequilla de cacahuate es otro ejemplo. Busque la mantequilla de cacahuate natural, elaborada solo con cacahuates y un poco de sal. La mantequilla de cacahuate con edulcorantes (como azúcar y jarabe de maíz) no entra en una dieta mediterránea.
¿Cómo ayudan estos alimentos a proteger el hígado?
El HGNA es el trastorno hepático más común en el mundo. A medida que el HGNA empeora, el hígado funciona con menos eficacia. La dieta mediterránea —con su énfasis en las plantas y la ausencia de alimentos procesados y azucarados— ayuda a prevenir la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Según la American Liver Foundation, el HGNA y la EHNA son más comunes en personas con:
- Presión arterial alta
- Sobrepeso u obesidad
- Diabetes de tipo 2 o que son prediabéticos
- Altos niveles de grasa en la sangre (ya sea colesterol o triglicéridos)
Tener tres o más de estos síntomas al mismo tiempo se denomina síndrome metabólico, que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y otros problemas médicos.
Se puede tener HGNA o EHNA sin presentar ningún síntoma. Si no se tratan, el HGNA y la EHNA pueden desembocar en una cirrosis. La cirrosis, o cicatrización del hígado, puede provocar cáncer de hígado o insuficiencia hepática, lo que requeriría un trasplante.
Para saber más sobre la enfermedad del hígado graso no alcohólico o para concertar una cita con un especialista, póngase en contacto con la Clínica FLOW (Fatty Liver, Obesity and Wellness) de UPMC en UPMC.com/FLOW.
Fuentes
New England Journal of Medicine, Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet Supplemented with Extra Virgin Olive Oil or Nuts. Enlace
New England Journal of Medicine, Adherence to a Mediterranean Diet and Survival in a Greek Population. Enlace
American Journal of Clinical Nutrition, Mediterranean Diet Pyramid: A Cultural Model for Healthy Eating. Enlace
British Journal of Cancer, Conformity to traditional Mediterranean diet and cancer incidence: the Greek EPIC cohort. Enlace
Journal of Cardiovascular Risk, Traditional Greek Diet and Coronary Heart Disease. Enlace
JAMA Open Network, Assessment of Risk Factors and Biomarkers Associated With Risk of Cardiovascular Disease Among Women Consuming a Mediterranean Diet. Enlace
American Society for Nutrition, Practical Dietary Recommendations for the Prevention and Management of Nonalcoholic Fatty Liver Disease in Adults. Enlace
American Liver Foundation, Nonalcoholic Steatohepatitis Information Center. Enlace
American Liver Foundation, NASH Complications. Enlace
Seven Countries Study, Mediterranean dietary patterns in the 1960s. Enlace
Acerca de UPMC
Con sede en Pittsburgh, UPMC es un proveedor de atención médica y aseguradora de renombre mundial. Operamos 40 hospitales y 700 consultorios médicos y centros ambulatorios. Estos están ubicados en el centro y el oeste de Pensilvania, Maryland, Nueva York y a nivel internacional. Empleamos a 4,900 médicos. Somos líderes en atención clínica, investigación innovadora y tratamientos de última generación. U.S. News & World Report clasifica constantemente a UPMC Presbyterian Shadyside como uno de los mejores hospitales del país en muchas especialidades.