Muchos saben que beber alcohol puede causar daños en el hígado, pero algunos no se dan cuenta de lo grave que puede ser el daño. Se considera beber en exceso si:

  • Una mujer toma más de 3 copas a la vez o 7 copas en una semana
  • Un hombre bebe más de 4 copas a la vez o 14 copas a la semana

Beber en exceso puede ser muy peligroso para la salud y puede causar estos tipos de enfermedad hepática alcohólica (ALD, por sus siglas en inglés):

  • Hígado graso por alcohol
  • Hepatitis alcohólica
  • Cirrosis alcohólica

Si le han diagnosticado una enfermedad hepática
alcohólica, hable inmediatamente con su médico sobre las opciones de
tratamiento. Obtenga más información sobre los trasplantes de hígado de donante vivo en UPMC.

3 tipos de enfermedad hepática alcohólica

Hígado graso por alcohol

El primer tipo de ALD, y el más común, es el hígado graso por alcohol. Aunque se trata de la forma menos grave de ALD, que afecta al 20 % de los grandes bebedores, puede provocar efectos secundarios peligrosos.

El hígado graso por alcohol es una enfermedad silenciosa con pocos o ningún síntoma, pero el daño al hígado sigue ocurriendo.

Si se interrumpe o reduce significativamente el consumo de alcohol, la enfermedad puede revertirse. El hígado graso por alcohol puede derivar en una hepatitis alcohólica.

Hepatitis alcohólica

La hepatitis alcohólica es mucho más grave y puede ser más difícil de controlar. Las personas diagnosticadas de hepatitis alcohólica pueden experimentar los siguientes síntomas:

  • Hígado inflamado
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor abdominal

La enfermedad puede progresar rápidamente, por lo que es importante vigilar sus síntomas y hablar con su médico inmediatamente.

Alrededor del 40 % de las personas con hepatitis alcohólica pueden desarrollar cirrosis alcohólica si la enfermedad no se trata y se sigue bebiendo.

Cirrosis alcohólica

El tipo más grave de ALD es la cirrosis alcohólica, que se produce cuando el tejido cicatricial daña el hígado e impide que funcione correctamente.

Las personas diagnosticadas de cirrosis alcohólica pueden experimentar:

  • Enrojecimiento de las palmas de las manos
  • Acortamiento de los músculos de los dedos
  • Engrosamiento de los dedos
  • Agrandamiento e inflamación del hígado
  • Acumulación anormal de grasa en las células hepáticas normales

La mejor forma de prevenir daños mayores es dejar de beber por completo y buscar ayuda de inmediato.

Cirrosis alcohólica y trasplante de hígado

Si el hígado está demasiado dañado, puede ser necesario un trasplante de hígado. Para los pacientes que necesitan un trasplante de hígado, cada momento es crítico; cuanto antes reciba el trasplante, menos daños sufrirá su organismo.

Por desgracia, con más de 14,000 estadounidenses en lista de espera para un hígado, la espera para un trasplante puede durar años.

Para reducir el tiempo de espera, muchos pacientes se plantean un trasplante de hígado de donante vivo. Dado que el hígado puede regenerarse, es posible donar una parte de un hígado sano a alguien que necesite un trasplante. Ambos hígados se regenerarán, o volverán a crecer, en unos tres meses.

Encontrar un donante vivo mediante Living Donor Champion

A veces, lo más difícil de encontrar un donante vivo es armarse de valor para pedirlo. Un Living donor champion puede ayudar a que esta difícil tarea sea más manejable.

Un Living donor champion es alguien que le apoya a lo largo de este proceso y comparte su historia para encontrar un donante vivo. Mientras usted se centra en mantenerse sano, ellos pueden ayudarle a ponerse en contacto con personas que podrían salvarle la vida.

Si le han diagnosticado una enfermedad hepática
alcohólica, hable inmediatamente con su médico sobre las opciones de
tratamiento. Obtenga más información sobre los trasplantes de hígado de donante vivo en UPMC.

Si cree que usted o un ser querido tiene un problema con el alcohol,
visite UPMC Addiction Medicine.

 

Acerca de Transplant Services

Established in 1981, UPMC Transplant Services is one of the foremost organ transplant centers in the world. Our clinicians have performed more than 20,000 organ transplant procedures, including liver, kidney, pancreas, single and double lung, heart, and more. We are home to some of the world’s foremost transplant experts and have a long history of developing new antirejection therapies—so organ recipients can enjoy better health with fewer restrictions.