Si alguna vez se ha preguntado: “¿Es normal el dolor de espalda?”, la respuesta es sí. De hecho, el dolor de espalda es habitual. Aproximadamente 8 de cada 10 personas tendrán dolor de espalda en algún momento de su vida.

Pero solo porque el dolor de espalda sea frecuente, no significa que esto le sirva de consuelo. Un dolor intenso puede hacer que hasta el más mínimo movimiento resulte insoportable.

La mayoría de los dolores de espalda desaparecen por sí solos y mejoran al cabo de unos días. Pero algunas personas padecen dolor de espalda crónico: un dolor que dura más de tres meses.

Cada año, las personas que sufren dolor de espalda acuden a urgencias, a su médico de cabecera o a un especialista de la columna vertebral.

Existen diversos tratamientos. Muchas personas encuentran alivio tomando analgésicos no narcóticos o recibiendo fisioterapia. Un pequeño porcentaje termina sometiéndose a una cirugía.

Pero, ¿cuáles son las causas del dolor de espalda?

¿Por qué me duele la zona lumbar de repente?

Algunos dolores de espalda aparecen lentamente, como un dolor sordo que empeora con el tiempo. Pero el dolor de espalda agudo aparece de repente, a menudo sin previo aviso. A veces, la gente lo describe como un “tirón” o un “bloqueo” de la espalda.

Las distensiones y los espasmos musculares son dos causas frecuentes del dolor de espalda baja agudo. Es posible sobrecargar un músculo al hacer movimientos no habituales. Levantar algo pesado es una de las causas más comunes.

Pero a veces se puede producir una distensión muscular al realizar actividades cotidianas, como agacharse para quitarse los zapatos. Tal vez ni siquiera se dé cuenta de cuándo se lastimó la espalda. Realizar el mismo movimiento de forma repetida también puede provocar dolor con el tiempo.

Existen algunos factores de riesgo del dolor lumbar. Entre ellos están:

  • El trabajo: curiosamente, los trabajos que implican estar sentado en un escritorio todo el día causan tantos problemas de espalda como aquellos que requieren levantar objetos pesados. El denominador común de ambos es la mala postura. Si levanta peso de manera incorrecta o se sienta encorvado o sin un apoyo adecuado para la espalda, corre peligro de padecer lumbalgia.
  • La edad: la edad típica del primer episodio de dolor de espalda baja oscila entre los 30 y los 50 años. Por desgracia, a mayor edad, más frecuente es el dolor de espalda. A medida que envejecemos, el canal espinal se estrecha (estenosis espinal) y puede comprimir los nervios, causando dolor.
  • El estado físico general: los deportistas y las personas activas también padecen lumbalgia. Pero las personas que no tienen una buena condición física corren un mayor riesgo. Esto se debe a que pueden carecer de la fuerza necesaria para sostener la columna vertebral.
  • Los genes: algunas afecciones que causan dolor de espalda, como ciertas formas de artritis, tienen un componente genético.
  • El tabaquismo: fumar es un factor de riesgo del dolor de espalda baja que a menudo se ignora. Fumar tiene muchos efectos nocivos para la salud, como la restricción del flujo sanguíneo y de oxígeno. Si los discos que amortiguan la columna vertebral no reciben suficiente sangre y oxígeno, se desgastan antes.
  • La salud mental: sabemos que la mente y el cuerpo están conectados. La depresión y la ansiedad pueden empeorar el dolor de espalda. Por su parte, el estrés provoca tensión muscular y puede empeorar el dolor de espalda.

¿Cuándo debo llamar al médico si tengo dolor de espalda?

La mayoría de los dolores de espalda agudos desaparecen solos. Pero esto podría tardar bastante tiempo. Si el dolor mejora día a día, es una buena señal.

Llame al médico si:

  • Ha sufrido una lesión (por ejemplo, una caída o un accidente de coche) y tiene fuertes dolores.
  • El dolor no mejora al cabo de tres días.
  • Además del dolor, presenta nuevas pérdidas de orina o heces, incapacidad para orinar, debilidad, entumecimiento o nuevos problemas con su forma de caminar.

¿Cómo puedo tratar el dolor de espalda?

En casa, puede tomar medicamentos de venta libre para reducir el dolor y la inflamación. Por ejemplo, ibuprofeno, naproxeno, acetaminofeno o aspirina.

También puede utilizar compresas frías para disminuir la inflamación o alternar entre frío y calor. El calor aumenta el flujo sanguíneo y ayuda a los músculos y tejidos a recuperarse más rápido.

Evite estar acostado todo el día. Aunque hay que limitar las actividades y los ejercicios que causen dolor, lo mejor es moverse. Muchas personas cometen el error de inmovilizar la espalda, lo que suele empeorar el dolor.

Su médico puede recetarle:

  • Relajantes musculares
  • Inyecciones para el dolor o para anestesiar la zona
  • Fisioterapia para aumentar la movilidad y fortalecer los músculos de la espalda

Su médico también puede derivarle con un especialista de la columna vertebral si sospecha que tiene una lesión más grave.

¿Qué puedo hacer para prevenir el dolor de espalda?

Podría pensar que lo está haciendo todo bien y aun así sufrir episodios de dolor de espalda. Pero existen algunas buenas prácticas que pueden reducir su riesgo.

  • Hacer ejercicio: ejercitarse con regularidad ayuda a mantener los músculos de la columna vertebral fuertes y flexibles. Los ejercicios de fortalecimiento del tronco, como el yoga y el pilates, se centran específicamente en los músculos de la columna vertebral. El entrenamiento con pesas también puede ayudar, especialmente las sentadillas y los ejercicios de peso muerto (manteniendo siempre la postura correcta).
  • Tomar descansos para caminar o estar de pie: si tiene un trabajo sedentario, programe la alarma de su reloj o teléfono para que suene cada 30 minutos. Cuando suene, levántese y dé un pequeño paseo, aunque solo sea por la oficina o por su casa.
  • Usar zapatos cómodos: los zapatos de tacón alto pueden causar problemas de espalda porque inclinan el pie y esto desalinea los músculos. Considere usar zapatos bajos los días que vaya a estar mucho tiempo de pie.
  • Levantar objetos correctamente: póngase en cuclillas, con la espalda recta, y levante desde las rodillas. Utilice los músculos de las piernas para levantar y mantener el objeto cerca del cuerpo.
  • Dejar de fumar: dejar de fumar tiene muchas ventajas. Reducir el riesgo de padecer dolor de espalda es otra de ellas. Fumar está relacionado con la
    degeneración discal y la mala cicatrización ya que reduce el flujo sanguíneo.
  • Mantener un peso saludable: hable con su médico sobre cuál es un peso saludable para usted. El sobrepeso ejerce presión sobre los músculos y ligamentos de la espalda.

Si tiene un dolor de espalda persistente, no espere. Puede empezar visitando a su médico de atención primaria, quién podrá derivarle con un especialista.

También puede hablar con uno de los expertos en columna vertebral de UPMC. Podemos tratar muchas afecciones sin cirugía y trabajamos en estrecha colaboración con los fisioterapeutas de UPMC.

Nota del editor: Este article se publicó por primera vez el , y se revisó por última vez el .

MedlinePlus. Back Pain. Enlace

National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases. Back Pain: Diagnosis, Treatment, and Steps to Take. Enlace

National Institute of Neurological Disorders and Stroke. Back Pain. Enlace

Acerca de UPMC

Con sede en Pittsburgh, UPMC es un proveedor de atención médica y aseguradora de renombre mundial. Operamos 40 hospitales y 700 consultorios médicos y centros ambulatorios. Estos están ubicados en el centro y el oeste de Pensilvania, Maryland, Nueva York y a nivel internacional. Empleamos a 4,900 médicos. Somos líderes en atención clínica, investigación innovadora y tratamientos de última generación. U.S. News & World Report clasifica constantemente a UPMC Presbyterian Shadyside como uno de los mejores hospitales del país en muchas especialidades. Además, clasifica al UPMC Children’s Hospital of Pittsburgh en su Cuadro de Honor de los Mejores Hospitales Infantiles de Estados Unidos.