Algunos adultos pueden tener rasgos autistas a pesar de no tener un diagnóstico de autismo oficial. Puesto que en el pasado había menos conocimiento sobre el autismo, muchas personas adultas con autismo no fueron evaluadas ni diagnosticadas de niños. Se calcula que un 2 % de los adultos viven con autismo, pero esta cifra podría ser mayor.

Si cree que puede tener autismo, es posible que le diagnostiquen de adulto. Un diagnóstico puede ser un excelente primer paso para obtener respuestas y el apoyo que necesita.

Esto es lo que debe saber sobre cómo se diagnostica el autismo en la edad adulta.

¿Tengo autismo? Síntomas de autismo en adultos

Si busca en internet la frase “¿soy autista?”, le aparecerán algunos tests de autismo. Pero los expertos no recomiendan estas pruebas del espectro autista, ya que es un síndrome demasiado complejo como para ser diagnosticado mediante un simple test en línea.

El autismo en adultos presenta tres síntomas principales: problemas con las interacciones sociales, comportamientos repetitivos e intereses restringidos.

Sin embargo, estos síntomas generales pueden manifestarse de maneras muy distintas. Algunas personas con autismo son muy habladoras, mientras que otras tienden a ser más reservadas.

Los síntomas de autismo en adultos pueden incluir los siguientes, aunque no es necesario presentar todos para estar dentro del espectro:

  • Le afectan más los estímulos sensoriales que a los demás. Por ejemplo, los sonidos le distraen mucho, o ciertas telas le incomodan en exceso.
  • Tiene dificultad para interpretar la comunicación no verbal, como las expresiones faciales o el lenguaje corporal.
  • Le resulta complicado ponerse en el lugar de los demás o entender otras perspectivas.
  • Siente la necesidad de mantener rutinas estrictas.
  • Suele decir cosas que los demás consideran inapropiadas.
  • Realiza movimientos repetitivos, como enrollarse el pelo o mover los labios de forma compulsiva.
  • Su forma de hablar puede sonar monótona o excesivamente elaborada.
  • Tiene una fuerte fijación por uno o varios temas específicos, aunque estos pueden variar con el tiempo.
  • Tiene facilidad para memorizar detalles muy específicos, como fechas, datos o nombres.
  • Habla de un tema de interés extensamente sin darse cuenta de que la otra persona ha perdido el interés.
  • Le cuesta mantener una conversación fluida y prefiere dar respuestas breves y directas.

A veces, los síntomas del autismo son menos perceptibles en los adultos que en los niños, ya que con el tiempo muchos han aprendido a “enmascarar” u ocultar sus síntomas. Por ejemplo, algunas personas con autismo aprenden a imitar los comportamientos de los demás para ser aceptados.

Cómo se diagnostica el autismo en adultos

Si usted es un adulto que cree que podría tener autismo, puede:

  • Pedir a su médico de cabecera que le derive a un especialista en evaluación del autismo.
  • Consultar a un psiquiatra o psicólogo con experiencia en el diagnóstico de autismo en adultos. Puede buscar profesionales especializados en su zona a través de Internet.
  • Contactar a un especialista en autismo infantil y preguntar si también realiza evaluaciones en adultos.

Como la mayoría de los expertos se enfocan en el autismo infantil, no siempre es fácil encontrar uno que también evalúe a adultos. Puede que tenga que contactar con varias clínicas antes de encontrar a un profesional adecuado.

¿En qué consiste la evaluación del autismo?

Para determinar si tiene autismo, un profesional le hará preguntas sobre su infancia, sus relaciones, sus intereses y otros aspectos de su vida. También le pedirá que complete cuestionarios y realizará pruebas para evaluar su memoria, concentración y rasgos de personalidad, entre otros datos. El proceso dura varias horas y a menudo requiere más de una sesión.

Es posible que el profesional también quiera hablar con una persona cercana a usted, como uno de sus padres, un hermano, su cónyuge o un amigo íntimo. Esto le permitirá comprender mejor cómo el autismo afecta su vida y cómo han evolucionado sus síntomas a lo largo del tiempo.

La evaluación es minuciosa para evitar un diagnóstico erróneo. En ocasiones, los síntomas del autismo pueden confundirse con los del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno obsesivo-compulsivo u otros problemas de salud.

¿Por qué necesito un diagnóstico de autismo?

Buscar (o no) un diagnóstico de autismo es su elección. Un diagnóstico oficial puede ayudarle a conseguir adaptaciones en su lugar de trabajo, obtener apoyo por discapacidad y acceder a terapias a través de su seguro médico.

Si se siente discriminado, un diagnóstico puede servirle para presentar una queja oficial en su centro escolar o de trabajo.

Incluso si no necesita terapia o adaptaciones, un diagnóstico de autismo puede ser valioso. Le permitirá conocerse mejor a sí mismo y entender sus relaciones de manera más profunda. Además, sus seres queridos podrán comprender mejor sus comportamientos sociales o necesidades sensoriales, lo que les permitirá ofrecerle mayor apoyo.

Aunque un diagnóstico de autismo puede tener muchos beneficios, también hay que considerar los posibles inconvenientes. Por ejemplo, las personas con autismo pueden enfrentarse a un impedimento para servir en el ejército.

¿Qué apoyo o terapias existen para los adultos con autismo?

Muchos adultos con autismo no requieren apoyo o terapia. Sin embargo, si el autismo afecta a su vida familiar, sus amistades o su trabajo, puede beneficiarse de terapia o unirse a grupos de apoyo, como los siguientes:

  • Terapia cognitivo-conductual: ayuda a las personas a abordar los problemas desde una perspectiva diferente y a mejorar sus relaciones. Por ejemplo, las personas con autismo pueden descubrir que, sin querer, ofenden a los demás al hablar o son percibidas como “demasiado directas”. Un terapeuta cognitivo-conductual puede ayudarle a superar estos desafíos sugiriendo estrategias prácticas. También puede ayudarle a comprender su diagnóstico y sus experiencias negativas pasadas.
  • Terapia ocupacional: los terapeutas ocupacionales pueden sugerirle herramientas y técnicas para prevenir la sobrecarga sensorial, así como ayudar a planificar tareas cotidianas como la cocina, la limpieza o el trabajo, de manera que resulten menos abrumadoras.
  • Logopedia: se realiza en grupos para desarrollar las habilidades sociales que ayudan a las personas con autismo a desenvolverse mejor en situaciones sociales. En estos grupos, se practica la conversación en un entorno cómodo y seguro, y los facilitadores brindan consejos y sugerencias útiles.
  • El análisis conductual aplicado (ABA): es una terapia comúnmente utilizada con niños con autismo, pero algunos profesionales también la aplican en adultos. Este tratamiento emplea refuerzos positivos y negativos para fomentar habilidades sociales, el autocuidado y otros comportamientos. Sin embargo, muchas personas con autismo critican el ABA por centrarse demasiado en detener comportamientos relacionados con el autismo, en lugar de ayudarles a sentirse felices y conectados.

Relacionarse con otras personas que viven con autismo también puede ser de gran ayuda. Juntos pueden aprender y brindarse apoyo mutuo. A veces, saber que hay otras personas que enfrentan los mismos desafíos puede ser reconfortante.

People with autism navigate roadblocks to serving in the military. ABC News. Enlace

Acerca de UPMC Western Behavioral Health

UPMC Western Psychiatric Hospital es un líder reconocido a nivel nacional en atención médica, investigación y educación. Es uno de los centros de atención psiquiátrica con base universitaria más importantes del país gracias a su integración con el Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh. UPMC Western Psychiatric es el centro de UPMC Western Behavioral Health, una red de casi 60 programas comunitarios que ofrecen atención especializada en salud mental y adicciones a niños, adolescentes, adultos y las personas mayores en todo el oeste de Pensilvania.