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Para algunos, decir que están cansados se quedaría corto. La fatiga que sienten las personas con artritis reumatoide (AR) puede ser insoportable.

Si tiene fatiga por AR, seguramente tenga poca energía durante todo el día o en ciertos momentos del día, y se sentirá cansado independientemente de si ha dormido bien o no.

Las tareas más sencillas, como responder un correo electrónico o hacer la compra, pueden resultarle agotadoras. A veces, podría costarle trabajo levantarse de la silla o de la cama.

Las causas de la fatiga debida a la AR son complejas, por lo que no existe una solución sencilla. Pero los cambios en el estilo de vida y un tratamiento adecuado pueden ayudar a reducir el cansancio extremo y el impacto que tiene en su vida.

¿Qué causa la fatiga de la AR?

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune. Suele diagnosticarse entre los 30 y los 50 años. Las mujeres son más propensas a padecer AR, ya que el 75 % de los que padecen esta enfermedad son mujeres.

La fatiga y la artritis reumatoide suelen ir de la mano. Según una encuesta reciente realizada a personas con artritis reumatoide, el 90 % afirmó que la fatiga era uno de sus síntomas.

Hay muchas causas de fatiga por AR, entre ellas:

• Inflamación no controlada. Con la AR, el sistema inmunitario ataca por error a las células sanas del organismo. Esto hace que las proteínas que combaten el sistema inmunitario se
  acumulen en la sangre, lo que provoca una dolorosa inflamación en las articulaciones. La hiperactividad del sistema inmunitario puede influir en el modo en que las células utilizan la energía de los alimentos, lo que provoca una sensación de agotamiento.
• Dolor. El dolor puede dificultar que una persona con AR pueda dormir y/o le despierte por la noche.
• Depresión. Los síntomas de la AR podrían hacer que las personas dejen de realizar las actividades que les gustan o que eviten los eventos sociales.
• Anemia. Otra posible causa de la fatiga causada por AR es la falta de hierro. Las personas con AR son más propensas a tener un nivel bajo de hierro. Esto se debe a que la enfermedad
  puede reducir la capacidad del organismo para utilizar el hierro almacenado.
• Efectos secundarios de los medicamentos. Los medicamentos para tratar la AR también pueden causar fatiga como efecto secundario.

Cómo reducir la fatiga de la AR

Si tiene AR y lucha contra la fatiga, hay algunas prácticas que pueden ayudarle.

Controle su AR

Una de las mejores formas de reducir la fatiga es controlando la artritis reumatoide. Las investigaciones demuestran que las personas experimentan menos fatiga cuando su AR está en remisión. También se ha demostrado que el tratamiento temprano reduce la fatiga. Es decir, es conveniente recibir atención médica tan pronto como aparecen los síntomas.

Hable con su médico sobre los efectos secundarios de los
medicamentos

Algunos medicamentos utilizados para tratar la AR, como la azatioprina y el metotrexato, pueden causar fatiga como efecto secundario. Los analgésicos recetados también pueden producir cansancio.

Si se siente agotado, hable con su médico sobre los medicamentos que toma para saber si alguno de ellos puede estar afectando a sus niveles de energía. El médico puede ajustar la dosis o cambiarle de medicación.

Vigile su hierro

Las personas con AR a veces tienen niveles bajos de hierro. Esto puede afectar negativamente a la capacidad del organismo para producir glóbulos rojos, que transportan el oxígeno por todo el cuerpo. Su médico puede analizar sus niveles de hierro para determinar si podría beneficiarse de los suplementos de hierro y/o de diferentes medicamentos para tratar la AR subyacente.

Haga ejercicio ligero

Aunque no se sienta motivado para hacer ejercicio, algunas personas con AR descubren que el ejercicio les ayuda a combatir los síntomas de fatiga.

Los estiramientos y el yoga, así como caminar, montar en bicicleta o nadar, son los ejercicios más suaves para las articulaciones. Empezar despacio y aumentar poco a poco el nivel de ejercicio le ayudará a ser constante y a no desanimarse. Puede empezar con un paseo diario de 10 minutos y aumentarlo al cabo de una o dos semanas si se siente capaz.

Acuda a un terapeuta ocupacional

Un terapeuta ocupacional le ayudará a ajustar las tareas diarias para reducir la presión y el dolor en las articulaciones. Al reducir el dolor, disminuye también la carga emocional y mental que contribuyen a la fatiga.

Identifique los signos de la depresión

Las personas con dolor crónico tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir depresión que la población general. Los síntomas de la depresión incluyen:

• Ansiedad
• Sentimientos de desesperanza
• Menor motivación
• Estado de ánimo bajo
• Baja autoestima
• Tristeza

Las personas con depresión también pueden presentar cambios notables en su apetito y en sus hábitos de sueño.

Si tiene síntomas de depresión además de fatiga, hable con su médico. Puede recetarle antidepresivos o psicoterapia (terapia de conversación), o ambas cosas. La fatiga es un síntoma de depresión, así que tratar la depresión puede ayudar a aliviarla también.

Cambios en el estilo de vida para sobrellevar la fatiga y la
artritis reumatoide

Incluso con el mejor tratamiento, muchas personas con AR siguen experimentando algo de fatiga. Esta fatiga puede aparecer cada pocos días, semanas o meses. Algunas personas con AR experimentan un ataque de fatiga casi todos los días, usualmente a la misma hora todos los días.

Tal vez no pueda eliminar la fatiga por completo, pero puede reducir el impacto que tiene en su vida siguiendo estos pasos:

• Pruebe la terapia cognitivo conductual. Le ayuda a abordar los patrones de pensamientos negativos ocasionados por la fatiga. Por ejemplo, en lugar de pensar “la gente no puede confiar en mí”, considere que al respetar nuestros propios límites estamos siendo compasivos con nosotros mismos.
• Planifique descansos antes y después de las actividades que requieran un gran esfuerzo físico o mental. En otras palabras, no programe actividades sociales, encargos o citas de forma consecutiva. Hacer demasiadas cosas reduce la energía que necesita para realizar las actividades más importantes.
• Tome una siesta corta. A veces es mejor no luchar contra la fatiga. Un descanso de 15 minutos, aunque no llegue a quedarse dormido, le ayudará a recuperar la energía cuando se sienta agotado.
• Hable con sus amigos. Si les explica sus síntomas de fatiga, sus amigos pueden adaptar las actividades sociales para que sean menos agotadoras. En lugar de esconder sus emociones, comparta sus sentimientos sobre la fatiga por AR y reciba el apoyo de los demás.
• Siga una dieta sana, rica en proteínas y carbohidratos complejos. Por ejemplo, el pan, el arroz y la pasta integrales, y las verduras ricas en almidón. Aunque los alimentos con mucha azúcar y poca fibra nos dan un golpe de energía, a menudo provocan un “bajón”. Los carbohidratos complejos y las proteínas proporcionan una energía que se libera de forma más constante a lo largo del día.
• Considere ajustar su horario de trabajo. Puede que tenga algunas horas productivas por la mañana, pero que el cansancio aparezca por la tarde. Reducir su horario a tiempo parcial podría permitirle realizar sus tareas laborales sin sentirse abrumado.

La medicación y los cambios en el estilo de vida pueden tardar un tiempo en reducir la fatiga. Mientras tanto, tómeselo con calma y recuerde que es normal que la fatiga aparezca y desaparezca con la AR.

Obtenga más información sobre el UPMC Rheumatoid Arthritis Center y llame al 1-800-533-8762 para pedir una cita.